Que crezca la leche y brote del cazo.





lunes, 14 de febrero de 2011

Para que anides

Las casas son de cartón
y el mundo lo hicieron para nosotros sólo de sábados.
Tu pecho dorado sopla fuerte llamándome. Yo te estoy esperando con cuchillo y tenedor, paralizada en el centro del campo de batalla, rezándole a tu mirada que me haga eterna.
Eres el festín de mi carne, y entre los dos esta noche arbolada casi resulta mortal.

He encontrado maíz fresco en el asfalto y hay de sobra para dos.

Hoy, abrazo treinta y cuatro voces y dos descubrimientos, enrollo el camino y lo guardo en la maleta.
Ahora sólo ando entre aves y rocas, entre el rojo y el verde, entre el sueño y un temblor, entre el hambre y la silenciosa sed.

Andando dormida,

ola en llamas,

te hago un hueco en mi carne

para que anides.

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